Hospital Quirónsalud Infanta Luisa - Sevilla, Sevilla

Laura F.

Es nuestro hospital de confianza. Siempre acudimos toda la familia porque el trato es agradable y son muy rápidos en las urgencias. Pero, sobre todo, de las cosas que más destacamos y por las que nos sentimos más seguros es, sin duda, la atención pediátrica exquisita. Nuestro Doctor Andrés Osuna es siempre cariñoso, paciente y excelente con nuestros hijos. Nos guía en esta etapa y nos aporta tranquilidad y conocimiento. Muchas gracias por el trato. 🙏🏾

siuL Z.

No me imaginaba el desastre de hospital en lo que se ha convertido.
Falta de personal,comidas a enfermos que no hay quien se las coma,calidad cero.
La vida de mi padre está en manos de un negocio que no le importa nada más que el dinero.
La cama medicalizada se cae,la mesa donde se le sirve la comida con las ruedas rotas,el sillón reclinable es eso,reclinable,no se pone derecho,se llevan las toallas usadas y no las reponen,para pedir que le cambien el pañal a tu padre moribundo tienes que esperar horas....
El ascensor se queda bloqueado y parece que se va a caer al vacío.
Y aquí es donde se supone que cuidan de la vida de las personas que pagan un seguro privado toda su vida.
Ha saltado la alarma y lleva más de 25 minutos sonando y nadie sabe cómo apagarla..
El mayor desastre que he visto en hospitales.
Cuando el dinero vale más que la vida humana estás son las consecuencias

Jesús G.

Quisiera destacar que Hospital Quirón Salud Infanta Luisa cuenta con un magnífico profesional como es el Doctor Andrés Osuna.
Es nuestro pediatra y no tenemos más que palabras de agradecimiento por su atención, cercanía, su buen hacer y su entera disponibilidad ante cualquier problema o complicación que surja. Para los que somos padres, por nuestra experiencia, es una total tranquilidad saber que el Dr. Osuna cuida la salud de nuestros hijos.
Todo un lujo que este Hospital cuente entre su equipo a profesionales como él.

Beatriz M.

Este hospital tiene una atención inmejorable.
He ido más veces pero ayer tuve que ir a la parte de laboratorio a una analítica de sangre y quiero dar las gracias a Laura, por su gran profesionalidad , con el pánico que me dan las agujas y ella me pinchó de tal manera que ni me dolió ni me enteré. Por más profesionales así como ella!!!! Muchas gracias!! Da gusto saber que en ese hospital trabajan personas que les gusta su trabajo y encima lo desempeñan con mucha dedicación.

VICENTE M. M. L.

Tras cuatro meses y medio desde la primera consulta hasta hoy
el Dr. Alevizos ha demostrado en todo momento un trato excelente tanto profesional como personal. No he podido caer en mejores manos para solucionar mi problema de hemorroides. Siempre dando seguridad,confianza y tranquilidad quitando miedo al pasar por quirófano. Las consultas tras la operación resolutivas y siempre preocupado por el paciente, resolviendo dudas y mejores recomendaciones. Incluso me visitó en consulta, sin cita a los pocos días de la operación, tras tener molestias. Tras el reconocimiento me dijo que todo estaba dentro de la normalidad y me sentí aliviado al tener un cirujano cercano que se preocupaba de sus pacientes.
Excelente profesional y mejor persona.
Como bien decía a mis alumnos: "Mejor, imposible".
No cambies nunca, Dr. Leonidas.
Más que un médico, un amigo...
Gracias por todo.
Vicente Manuel Medianero Leñeros.

Alba L. M.

Después de inquiietarme un poco el no haber estado en este hospital , mi padre ha estado ingresado un par de días por una prueba que tenía que realizarse y no pudo , por alteración de una analítica la cual corrijeron en esos dos días de ingreso , y la atención ha sido inmejorable , tanto al paciente ( mi padre ) como a su acompañante ( mi madre) siendo atendidos de lo mejor , tanto por las enfermeras de la planta 2 como por el doctor que le realizó la prueba y la doctora que pasó en varias ocasiones por la habitación . Sin duda alguna recomiendo este hospital. Y destacar que la comida también está bastante bien . GRACIAS POR TODO !

CABAL

Mi experiencia en alergología Quirón Infanta Luisa ha sido exquisita. Mi doctor ha sido Antonio Maraví. Ahora por incompatibilidad de horarios me he cambiado a la doctora María Ortega. Excelentes ambos. No puedo estar más feliz.

Todo esto apoyado, en todo momento por la enfermera María Pickman. Profesionalidad, cercanía y efectividad en todo momento.

Venir al médico nunca es agradable, pero venir con profesionales así hace que la experiencia sea muchísimo más llevadera e incluso satisfactoria.

Gracias mil.

Ana B.

Habitación 315. Planta 3, La Milagrosa.

Con el paso de los días, el hospital se ha convertido en algo más que un edificio de pasillos interminables. Aquí, entre uniformes blancos y verdes, el eco pausado de las máquinas y la luz inmutable de los fluorescentes, se ha tejido algo que no esperaba encontrar: una familia.

Doctoras, enfermeras, auxiliares, limpiadoras…casi todas, por casualidad o por destino, son mujeres. Mujeres que han tomado parte en este tejido invisible que nos envuelve, nos protege y nos sostiene. No son solo el engranaje de una maquinaria hospitalaria. Son mucho más. Han ido más allá de la piel, más allá de los protocolos, más allá de lo que la profesión exige.

Con su presencia constante, han sabido leer el miedo en nuestros ojos antes de pronunciarlo. Nos han tranquilizado con un gesto, con una palabra suave, con una mano en el hombro que susurra sin necesidad de voz: “Aquí estamos”.

Cuando entran en la habitación, su presencia no es solo trabajo, es calidez. No traen únicamente medicamentos o termómetros, traen paciencia, traen ternura, traen esperanza. Saben que los pequeños detalles también curan. Buscan las sábanas más antiguas, porque son las más suaves y saben que mi madre las prefiere así. Cambian los tratamientos en la madrugada con el sigilo de quien entiende que el descanso es tan valioso como cualquier medicina. Ven cómo le brillan los ojos cuando le hablan con dulzura, y le hablan con dulzura siempre. Comparten con ella no solo su atención, sino también sus propias historias, como si en cada conversación le regalaran un pedacito de vida ajena para hacer más liviana la suya.
Nos explican cada procedimiento con el cuidado de quien comprende que no todo es técnica, que no todo es biología, que la ciencia también debe sostenerse con humanidad. No van con prisas. Escuchan. Y en la escucha, nos sanan un poco.

Las limpiadoras sostienen el hospital desde la sombra, con un trabajo que muchos no ven, pero que lo mantiene en pie. Sus buenos días alivian el peso de la rutina, sus sonrisas disipan el miedo. No solo quitan el polvo y desinfectan el suelo, también limpian, sin darse cuenta, un poco de la tristeza que se nos acumula en los rincones. Sus palabras no son un mero protocolo, llevan en sí mismas un deseo genuino de que hoy sea un día mejor. Son pequeñas luces que se encienden en la rutina del hospital, gestos sencillos que iluminan la habitación más que cualquier lámpara.

Todas estas mujeres nos cuidan, nos miman y nos protegen de una forma que no está escrita en ningún manual.
Y entran muchas veces en la 315, no solo para hacer su trabajo. A veces, simplemente para verla. Para asegurarse de que está bien, de que duerme tranquila, para preguntarle qué le apetece comer. No hay prisa en sus gestos, no hay rutina en sus visitas. Solo hay cariño y mucho. Otras veces, cuando el turno se acaba, se asoman a la puerta antes de marcharse. Se despiden con la ternura con la que una amiga o una hermana se despiden al final del día. No quieren irse sin decirle hasta mañana.

Y eso, en un lugar como este, lo cambia todo.

Aquí hay amor. Un amor que no espera nada a cambio, que no necesita ser nombrado, que se entrega sin preguntas ni condiciones. Un amor que nos ha abrazado en la incertidumbre y ha convertido esta habitación en algo que jamás pensé que encontraría en un hospital: un hogar.

Maribel López, Isabel De la Torre, Lucía, María Luisa Labrador, María Velázquez, Isabel Gutiérrez, Ana Belen, Isabel Castillo, Rocío García, Ana Díaz, Rocío Pecejín, Ana Rodríguez, Dori, Huini Clara, Rocio Jiménez, Carmen, Ana Ojeda, Marina, María José, Luz Mari, Elena, Ariadna, Ángela, Gabriel, Mari Ángeles, Lucrecia Ramos, M del Mar Rabanal, María Torres, Pilar López, Isabel Escalera, Alejandro, Mari Carmen, Rosa Delgado, Laura Márquez, Concha Garrido, Maribel Ramos, Julia Montañés, Inmaculada Pulido….

GRACIAS.